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Nissan cierra una planta histórica en México y BYD podría aprovechar para llenar las calles de coches baratos


El mapa automotriz de México está a punto de cambiar. Nissan cerrará una de sus plantas más emblemáticas en el país, pero lo realmente interesante es quién podría ocupar su lugar: nada menos que BYD, el gigante chino que lleva meses sacudiendo la industria con coches de precios imbatibles.

Adiós a la planta Civac: así se despide una de las fábricas más antiguas de Nissan
La competencia global está dejando heridos, y no todos pueden resistir. La presión de los fabricantes chinos, con costos de producción bajísimos y una oferta imbatible en tecnología, está forzando a marcas históricas a replantear su estrategia. Nissan, con presencia sólida en México desde hace décadas, ha decidido cerrar varias fábricas en el mundo para optimizar costos y enfocarse en proyectos más rentables.

En territorio mexicano, el golpe lo recibe la planta Civac, en Morelos, con más de 60 años de historia. El cierre no significa que Nissan abandone el país —su planta de Aguascalientes asumirá la producción—, pero sí marca un cambio importante. Esta misma estrategia se replicará en otros mercados, incluso en Japón.

BYD huele oportunidad… y podría no dejarla pasar
El cierre deja libre una instalación completamente operativa, y ahí es donde entra BYD. La marca china, que en 2024 y 2025 ha escalado como una de las más vendidas del mundo, había descartado construir una fábrica propia en México por las tensiones con Estados Unidos y ciertas reservas del propio gobierno chino. Sin embargo, adquirir una planta ya existente como Civac podría ser un movimiento maestro.

Una infraestructura ya lista, con décadas de experiencia y una ubicación estratégica, sería el trampolín perfecto para inundar el mercado con coches chinos ensamblados localmente. El único freno sería la aprobación de Pekín, que todavía ve a México como un terreno delicado por su cercanía con el mercado estadounidense.



El contexto: una industria bajo presión
No es solo Nissan. La presión china está afectando a casi todos los fabricantes tradicionales. Con miles de marcas respaldadas por su gobierno, precios bajos y tecnología competitiva, las firmas chinas están obligando a gigantes históricos a reajustar su estrategia.

Incluso Tesla, que siempre ha insistido en que no compite directamente con BYD por precio, ha sentido el golpe con ventas más bajas y estrategias arriesgadas para recuperar terreno.

¿Qué podría pasar ahora?
Si BYD concreta la compra, México podría convertirse en una base de operaciones clave para el mercado latinoamericano e incluso para exportación. Y con el historial de la planta Civac, la capacidad productiva estaría lista para arrancar casi de inmediato.

La jugada sería clara: más coches chinos, más rápido y a precios que pocas marcas pueden igualar. Y en una industria cada vez más competitiva, eso podría cambiar las reglas del juego en la región.

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