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El futuro de los vehículos eléctricos: desarrollan una batería con mayor autonomía por carga.
Un reciente avance científico podría resolver uno de los grandes retos de los autos eléctricos: la limitada duración de sus baterías. De confirmarse su viabilidad, estaríamos ante un hito tecnológico clave para la evolución de la movilidad sostenible.
Aunque el mercado global de vehículos eléctricos continúa creciendo, el último año registró una ralentización en las ventas. Entre las razones, destaca un obstáculo técnico persistente: la autonomía de las baterías aún no cumple con las expectativas de muchos usuarios.
De hecho, una encuesta internacional mencionada por la Universidad Internacional de Florida (FIU) mostró que varios propietarios consideraron regresar a los autos de combustión interna.
El motivo principal: la carga. Si bien se han logrado avances, la distancia que pueden recorrer estos autos aún no se ajusta a lo que muchos conductores consideran ideal. Sin embargo, una investigación de FIU publicada en la revista Energy and Environmental Materials podría marcar un antes y un después.

Una alternativa basada en litio y azufre
Frente a este desafío, un equipo liderado por el profesor Bilal El-Zahab, de la Facultad de Ingeniería e Informática de FIU, lleva casi una década trabajando en una nueva batería basada en litio-azufre.
Esta tecnología, catalogada como beyond lithium-ion, representa una solución prometedora: es más liviana, más barata de producir y permite almacenar una mayor cantidad de energía.
“Esto posibilita que los autos eléctricos recorran distancias más largas y que dispositivos como laptops o smartphones operen durante más tiempo”, indicaron los investigadores en un comunicado.
No obstante, existía un inconveniente importante: su limitada vida útil. “El primer ciclo de carga funcionaba muy bien. Pero al ciclo número 20, la batería era prácticamente chatarra”, comentó El-Zahab.
El rol del platino como solución
El problema radica en una reacción química que ocurre durante la carga, donde se generan polisulfuros que se depositan en el ánodo de litio, degradando el rendimiento. Esta acumulación reduce la batería a un estado inservible tras pocos ciclos, según explicó el medio especializado The Cool Down.
Para contrarrestar esto, el equipo de FIU incorporó una cantidad mínima de platino. “Agregar nanopartículas de platino es como echar una pizca de sal a una receta: una pequeña dosis puede cambiarlo todo”, explicó El-Zahab.
El platino actúa como un moderador del flujo iónico. Solo se utilizó un 0,02 % respecto a la masa total de la batería, pero fue suficiente para marcar una diferencia.
“Al igual que los agentes de tránsito organizan el flujo vehicular, el platino dirige el movimiento de iones de litio, asegurando una circulación eficiente”, detallaron los investigadores.
Resultados prometedores en el laboratorio
Los primeros resultados fueron más que alentadores. “Logramos conservar el 92 % de la capacidad tras 500 ciclos de carga, lo que implica que la batería se mantiene casi intacta”, afirmó Aqsa Nazir, investigadora postdoctoral de FIU y autora principal del estudio.
También señaló que este avance ayuda a reducir significativamente las reacciones que afectan negativamente el desempeño general del dispositivo, lo que abre el camino hacia una futura comercialización.
La tecnología se encuentra actualmente en fase de pruebas externas, un paso fundamental antes de su licenciamiento y llegada al mercado.

Más allá de los autos eléctricos
El potencial de esta batería no se limita al transporte. También podría usarse en teléfonos móviles, computadoras portátiles y sistemas de almacenamiento energético, con un impacto ambiental positivo.
Una batería más liviana, eficiente y asequible podría acelerar la adopción de vehículos eléctricos y reducir la dependencia de estaciones de carga. Tal como señala The Cool Down, representa un beneficio tanto para los usuarios como para el planeta.
En un contexto donde el cambio climático y la salud urbana están en el centro del debate, desarrollos como este podrían contribuir a un futuro más limpio y sostenible.